DE
ACUARELAS…
Sale de
aquí, el ruido de la calma pernocta, regenera tulipanes…y
amanezco,
de acuarelas en ti. Cuántos hilos de puerto en mi
escalera.
Qué gota de septiembre en los umbrales. Algún nombre
que
todo lo mueva podría tocarse un día de orquesta, por la boca;
podría
verse lo incontenible de las cuencas; nadie sabría si es una
lágrima,
o el insondable fuego que no encendimos. Nadie diría que
es el
alma, tejiéndose, palpable, al otro lado.